

El demonio es una figura casi tan antigua como la del caganer y también resulta imprescindible en un pesebre navideño. Acostumbrado a las altas temperaturas, se suele ubicar en el infierno, donde traza planes maléficos para impedir que los pastores lleguen con sus ofrendas al niño Jesús. Éste, a diferencia del demonio caganer normal, es más pequeño y está confeccionado a partir de resina.
Hecho a mano:
Altura: 6 cm
Anchura: 3 cm